Escuela Infantil Montessori Village Colmenar,
C. de Narros del Castillo

Todo un acierto. Estaba dudosa con esperar un poco para llevar a mi hija al cole pero cuando conocí a Mónica y las instalaciones de la escuela se me despejaron todas las dudas. Las guías-profesoras tratan a los niños con mucho cariño al mismo tiempo que trabajan en su independencia.Salen todos los días al jardín y toman comida sana,variada y casera. Mi hija ha hecho su propia pequeña familia, le encanta ir todos los días.El trato es fácil, cercano y profesional pero sobre todo humano. Tienen en cuenta todas tus necesidades y hacen todo lo posible por amoldarse.Sin duda, de los mejores sitios donde puedo dejar a mi hija, está como en casa.

Esta escuela es una joya en Colmenar Viejo. Muy pronto supe que habíamos tomado la decisión correcta. El equipo docente es excepcional, dedicado y atento a las necesidades individuales de cada peque. Me encanta la forma en que se involucran con los niños, fomentando la creatividad y la independencia. Las instalaciones y los materiales son alucinantes, con un entorno muy acogedor y seguro. Recomendaría Montessori Village Colmenar sin dudarlo a cualquier familia que busque una educación de calidad y un ambiente estimulante para sus hijos.

Solo tengo palabras de agradecimiento para Mónica y su equipo, esta escuelita infantil es mucho más que eso, por razones personales mi pequeña no puede cursar el último curso antes del cole aquí y el viernes nos despedimos con lágrimas en los ojos. Nuestra hija no ha podido estar en mejores manos. Si buscáis una escuelita donde tu hijo/a encuentre respeto, educación, cariño, acompañamiento, buena alimentación y todo ello fomentando su autonomía, os la recomiendo 100% Muchas gracias de nuevo a Mónica, Marta, Sandra, Estefanía, Celia y a David por todo. Os llevaremos siempre en el corazón

Sin duda, la mejor elección que pudimos hacer. Para nuestro peque ha sido un segundo hogar. Es una escuela que enamora: la filósofa que siguen, el ambiente luminoso, bonito y relajado (se respira paz en sus espacios), y por supuesto, la calidad del personal. Las guías son de 10, el cocinero excelente y la directora un amor. Quiero resaltar la calidad del menú, algo que para nosotros es fundamental. Es comida casera de verdad, sin procesados, ni fritos, ni azúcar. Nada que ver con lo que nos ofrecían en las demás. Recomiendo visitar, no os arrepentiréis