Colegio Sagrada Familia Camargo,
Av. de Santander

Muchas gracias por hacer que nuestros niños se sientan como en casa en su colegio y ayudarnos a educarles no solo en conocimientos sino también en valores. Estamos encantos, en especial con nuestra profe de esta año claudia. Un abrazo

Aconsejable 100%. Después de estar mi hijo con TDAH en varios colegios, tomé la decisión de matricularle en este gran colegio. Buen apoyo individualizado, mezclando enseñanza tradicional e innovadora, fomentan el compañerismo y transmiten buenos valores para la vida. Solo puedo decir gracias me arrepiento de no haber dado con vosotros antes. Gran equipo.

Mi experiencia es totalmente positiva, aunque no este de acuerdo, como en tantas cosas de la vida, en el 100% de sus actuaciones. Los profesores se preocupan de sus alumnos y la comunicación con nosotros los padres es continua. Tienen un cierto nivel de exigencia, algo denostado en nuestros días, donde lo único que nos preocupa es que nuestros hijos hagan lo que hagan sean sobresalientes. Y esta es la sensación que me ha dado cuando he leído la opinion de algunas familias. Me suena a querer hacer daño con intención y alevosía al no salirles las cosas como pensaban, pero si se equivocaron están a tiempo de rectificar, es de humanos. Yo discrepo con ellos. Es un buen colegio

Gran colegio.... Profesores comprometidos y con un trato cercano a los alumnos y a las familias. Nivel educativo muy superior a otros centros y con robótica desde infantil. Más que un colegio, es una gran familia. Transmiten a nuestros hijos valores tan importantes como la solidaridad, el compañerismo, el respeto y la educación. Gracias a todos los profesores y personal del centro por hacer que nuestros hijos vayan tan felices al cole.

En nuestro país la educación es fundamental, y en colegios como este esto se hace notorio. Un colegio que rebosa valores, amabilidad, y un cariño incondicional hacia sus alumnos. Unos profesores inmejorables, mencionando en especial a Claudia Puenre Verde, a quien conozco de cerca y cuya dedicación, profesionalidad, y cariño, se percibe en cada día que pasa con los niños de la sagrada familia y en cada detalle que tiene hacia ellos. Ojalá nos hubieran tocado a algunos de nosotros, profesores tan maravillosos como ella o como sus compañeros. De verdad, este colegio merece esta reseña y mil más. Es admirable el trabajo de estos “segundos padres” y es aún más admirable su vocación.